martes, 22 de diciembre de 2015

La Burrita de mi pueblo.


Cuando tenía 14 años mi mamá me mandó con una tía á el pueblo para visitar a mi abuela. Era Diciembre y el ambiente era  festivo, para no dar muchos detalles es un pueblo de Córdoba, bonito pero aburridor, a pesar de ser días de fiesta. Mi tía y yo nos íbamos a quedar donde un tío. Su casa es grande tiene tres cuartos un baño y un patio amplio. Mi tío vive con su esposa,  ellos tienen tres hijos, 2 mujeres, una de 18 y 17, y mi primo que tenía 16. En el cuarto de mis primas iba a dormir mi tía y con mi primo iba a dormir yo. Todo hasta entonces era muy normal pasábamos el día visitando a todo los familiares del pueblo con mi tía, un sábado me acuerdo, salimos en bicicleta por la mañana a darle una vuelta al pueblo y llegamos a un lago, donde supuesta mente había una babilla.  Los días eran iguales a decir verdad, la mayor parte del tiempo la pasaba en la casa. Mi primo salía en las mañanas y solo regresaba para comer en el almuerzo y la comida, además de dormir claro está.  Por esta razón no interactuábamos mucho, en ese tiempo ya me empezaban a llamar la atención los hombres, y a decir verdad el era muy sexy, su cuerpo era delgado pero de manera muy atlética, su color de piel era canela, y tenía el pelo liso, si cara era muy cuadrada, masculina, deba la impresión de ser rudo. La mayor parte del tiempo siempre estaba sin camisa así que las veces que lo veía, podía darme un caldo de ojo, en especial cuando nos  íbamos  a dormir, siempre dormía en bóxer.  Valla que me ponía mal en las noches al tenerlo tan cerca, en la cama de al lado. Una vez, faltando pocos días para irnos de regreso a Barranquilla, bien entrada la noche, cuando sentía su pesada respiración, que suponía un sueño profundo, me levante de la cama para echarle  un vistazo más de cerca a ese espécimen de hombre que me hacía hervir la sangre, quería explorar hasta donde podía un hombre hacerme sentir tantas sensaciones . La sabana que solo cubría la parte baja de sus pies, porque hacía calor así que instintivamente el cuerpo siempre trata de descubrirse. La ropa interior que usaba estaba desgastada, se veía que le habían dado palo, y le quedaba muy holgada. Me acerque, como león cazando gacela, para que mis pisadas no alertaran de mi presencia, y con la poca luz que venía de la ventana pude desdibujar su cuerpo, los músculos que se le formaban los pequeños vellitos que se le estaban formando en una de sus axilas, el camino que de vellitos que se le formaba desde arriba de su ombligo hasta perderse en la entrada de su ropa interior, la respiración se me aceleraba, nunca había tenido a alguien que deseara tanto tan cerca. Intente rosar con mi mano el paquete abultado, mi mano temblaba, era emocionante de echo la situación no era para nada excitante tenía mucho miedo, respire hondo y vi con gran admiración sus grandes muslos, y sus piernas en general, creo que en ese momento pensé que lo admiraba porque era el prototipo de hombre que yo quería ser.  Cuando ya había exhalado toda mi respiración, decidí que quería ver todo el imagen, y grabarme la. Suavemente acerque mis manos y con los dedos decidí levantar  el elástico, y baje el bóxer, era hermoso, ese pene a pesar de estar dormido estaba gordito, pensé, uf y los pelitos delgados, abundantes y largos que lo rodeaban eran una imagen que hizo que me llegara la sangre a donde antes por el susto no me llegaba, se me paro la verga, decidí que tenia que hacer algo pero sin exponerme. Así que le deje el boxer abajo y con esa imagen delante de mi me la empecé a jalar, me la jale duro, nunca antes se me habia inchado el pene se esa manera, y de echo con tanta excitación no dure mucho, me peque una corrida, bote leche como nunca, recuerdo el olor esa noche que lleno todo el cuarto, olía como a cloro. Fui al baño, busque papel hijienico, me limpie, y lleve un poco para limpiar el suelo donde habían caído las gotas de leche. 
Esa noche me acosté relajado, había liberado mucha presión. La mañana siguiente, cuando me levante alrededor de las 7:30 o 8, no e acuerdo muy bien pero es la hora norma en la que siempre me he levantado, él ya no estaba en su cama a esa hora, me pareció escucharlo en el baño. Me senté en la sala,  mi tía me dijo que si quería desayunar y  le respondí que si, al poco rato mi primo se sienta al lado mío, y me dice –ole primo espero que no te haya incomodado, es que hacia calor, y como que me quería quitar los calzones, y quede medio encuero, dentro de mi dije, hijueputa no le subí el bóxer. Él continuo diciendo –yo normal mente duermo encuero pero, como tú estás pues, no te quería incomodar, de una manera un poco sínica le dije, -primo no se preocupe por mi, somos hombres los dos, tenemos lo mismo, (pero la tuya es mas gorda y peluda, eso lo dije en mi interior)  a mi no me incomoda para nada. - A bueno, me respondió, hoy duermo más fresco, entonces. 
Esa conversación me pareció incomoda, había cierta tensión, por lo menos de mi parte. Me dejo un poco inquieto, pensando si el no se  abría  pillado algo de lo que paso la noche anterior. Cuando terminamos de desayunar, y como de costumbre ya se iba buscando calle, me dice primo quieres ir con migo al rio, yo no sabiendo que responder, fuera de base, con  la cabeza hice gesto de que si. La única idiotez que se me ocurrió decir fue -tengo que llevar algo, él de una manera folclórica me respondió, -solo tu culo. Eso si me dejo frio, digo no soy del tipo de persona que se lleva de esa manera con otros, ni en juegos, además que su cara siempre tenia esa expresión grosera, en resumidas cuentas no sabia que pensar. 
Después, de un rato de caminar por las calles sin pavimento, y monte por doquier me dice, primo, -usted a mamado burra? Era de no creer, hice el gesto con la cabeza de que no, y el continuo, -es que estos últimos días que tenido una arrechera, y ahora mismo ya la tengo tiesa. Y pues, si quieres de una tu aprovechas y conoces a un nuevo amor, jajjaajaj. La verdad la idea no era nada alentadora pero, por mi mente cruzo la idea de, verle la picha parada, eso hizo que un frio me recorriera la nuca.  Sin pensar lo le dije –de una, donde esta la burra? -Por aquí hay una que dejan amarrada. Nos metimos por el monte y lléganos a una especie de choza donde estaba una burra amarrada, al parecer no había nadie alrededor, él la desamarro donde estaba y me dijo, -vamos. Yo en silencio lo seguí, y siguió hablando, - tiene que ser por aquí entre los matorrales, porque si el dueño nos ve, nos va a joder, - lléganos a delante de un árbol caído, la amarro en él,  luego le amarro las patas, yo mirándolo,  pensé –que estoy haciendo, yo voy es a pasar pena aquí. El después de dejar la burra lista me dijo -tu no vas alcanzar primito, jajajaj, bueno ya esta todo listo, a mi me gusta está cómodo asi que como a ti no te incomoda. Empezó a quitarse la camisa, luego se quito tiro a un lado las chancletas, se bajo la pantaloneta y pude ver, el bulto que tenia, y pude ver también que estaba manchado con gotas, al parecer de liquito pre-seminal. Luego empezó a frotar su paquete dentro del bóxer en la chucha de la burra, me miro y sonrió de una manera malosa, me dijo –tienes que tenerla bien tesa para metérsela, por eso es que me la estoy sobando, tu deberías hacer lo mismo, vez pajiandote, pá cuando termine, o mejor para que veas lo bueno que soy te voy a dejar el honor de que comiences con maría casquitos. Me hizo con la mano señal de que me acercara, yo ya me había quitado la bermuda que tenia y estaba solo con la camisa y el calzoncillo, me puso detrás de la burra y me empujo, alentándome a frotarla, -uff primo, usted ya la tiene bien tesa, sin pedirme permiso me bajo el interior, y me dijo dele primo yo instintivamente meti el pene el la vagina del animal, y valla que era rico, estaba calientico, y sentía muy deliciosos. Mi primo seguia detrás mio, y empeze a meter y sacar mi verga que la verdad no tenia nada por la cual sentirme avergonzado, las primeras embestidas no sentí a mi primo detrás, pero luego de dos o tres senti su paquete rosándome por detrás, hice como si no me diera cuenta, de echo eso me exitaba mucho, intente sacarla mas de lo necesario para sentir mas el paquetón de mi primo, después de un minutos empecé a sentir mas que su paquete, el se había bajado ya su bóxer y podía sentir la húmeda del prepucio, y se me acerco mas y me dijo -primo, prepárese que ahora viene lo rico. Escupió su mano dos veces, no sabia para que,  al parecer se mojo la cabeza del pene, me abrio las dos nalgas con las manos, y me medio el pene, sin misericordia, que dolor tan horrible, me agarro duro contra su cuerpo, diciendo –tranquilo primito ya se te va a pasar. La erección que tenia hasta ese momento se me vino abajo. Después de un momento, el empezó a sacármela pero inmediatamente después me la volvía a meter, estuvimos en eso, calculo yo unos diez minutos, yo en tono de queja, le decia –primo pare, pare si, me duele, pare, un ratico, el me decía, -espera que ya te va a empezar a gustar,  yo seguía con –para, para, para, para hasta que porfin la promesa se hizo realidad, y me empezó a gustar, la erección regreso y empezé a gritar esta vez, -no pares, no pares, no pares, no pude mas y me vine dentro de la burra, se la saque, y él solo me dijo, -primito, que culito rico tienes, bien apretadito como me gustan, tienes que aguantar un poquito mas porque esta arrechera no se quita así de fácil. Diciendo esto me la saco, se acostó en el suelo, pude ver con toda claridad el garrote que me había destrozado el chiquito, lo vi y no lo creí, era como un pepino, gruesísimo, parecía un misil inflado,  yo le calculo de largo mas o menos lo mismo que mi picha, 17 centímetros, pero su grosor era, como algo tan antinatural.
Sentía que me ardía el culo, entonces me ordena, es hora de que te des gusto tu solito, que montes, y cabalgues, yo como buen primo tome aire, me empecé centímetro a centímetro a meter su gorda peluda y hasta ahora insaciable vergota. Me temblaban las piernas y el se dio cuenta, me cabio de posición, ahora yo boca arriba puso mis piernas en sus hombros, me me dio como si el mundo se fuera a acabar, cogió una velocidad, sentía sus huevos grandes rosando me, era tanto lo que me daba  que me estimulo la próstata, se me paro otra vez y yo empecé a pajearme de nuevo. Después, de torcer el rostro y empujarme la hasta adentro sentí la tibia leche de hombre que había ordeñado. Luego el me dijo primo te lo debo, así que, ven yo te colaboro, me levanto y se me puso de rodillas, y me empezó a dar, la que seria hasta entonces mi primera chupada, no dure mucho entre sus labios, me vine en su boca, el escupió mi producto, y me dijo -primo me gusta los culitos chiquitos para ex pretinarlos  la leche extra virgen.
  

Después de eso, fuimos al rio nos limpiamos bien, olíamos ambos a semen.  El ardor no se me quito hasta una semana después, aunque eso no fue impedimento para que esa noche en el cuarto los dos solos repitiéramos. Después de haber terminado esa ultima noche, me dijo primo la próxima que le bajes el calzón a alguien al menos dale una chupada de agradecimiento, por haberte ayudado a pajear. 


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