Me llamo Fabio, tengo 28 años y soy asesor comercial de una compañía celular. Siempre me han gustado los uniformes, en especial los que usan los miembros de las fuerzas armadas, por lo que la historia que les voy a contar tiene un especial significado para mí.
Me gustan los policías, de hecho, mi primer amor platónico fue uno de ellos, no puedo evitar ver a un policía y sentirme atraído. No importa sin son jóvenes o mayores, patrulleros o tenientes, el efecto es igual.
Un día haciendo fila en la estación del transmetro llego un auxiliar de policía a firmar una planilla para iniciar su jornada laboral como vigilante del sistema. Era un chico alto, acuerpado, muy atractivo, moreno claro, de bonitos ojos miel verdosos y con un culo grande, redondo y firme. No pude evitar mirarlo, me quede allí contemplándolo y el al terminar de firmar me miro también con un gesto de ¿Te conozco? Entonces cambie mi mirada para no ser tan evidente.
Entre a la estación y coincidimos en el mismo bus. No estaba tan lleno, el logro acomodarse en una silla y yo quede de pie cerca de donde estaba. Mientras íbamos en el camino sentía que me miraba, yo también lo veía para ver si nuestras miradas se encontraban pero eso no sucedía. La persona que estaba al lado de él se levanto y quedo la silla vacía, sin dudarlo me senté a su lado.
La sola idea de estar junto a un policía así de atractivo me excitaba, su uniforme verde, su gorrita, el chaleco neón, las insignias, todo eso me calentaba. El iba escuchando música con audífonos y bueno, se estaba quedando supuestamente dormido. Sentir su enorme pierna junto a la mía me la puso dura. A veces percibía que la tensionaba, la movía, pero suponía que era por el movimiento del bus, me rozo el brazo también, pero como lo veía dormido, pensé que era algo inconsciente.
Cuando llegamos a la estación Joe Arroyo me baje y aproveche ir al baño antes de tomar el alimentador, orine y me puse a cepillarme los dientes. Estoy en eso cuando llega el auxiliar y entra al baño.
Cuando llegamos a la estación Joe Arroyo me baje y aproveche ir al baño antes de tomar el alimentador, orine y me puse a cepillarme los dientes. Estoy en eso cuando llega el auxiliar y entra al baño.
El bañito de la estación del transmetro tiene dos lavamanos y dos orinales que quedan juntos, hay un orinal que tiene una separación, pero el otro no, queda junto a los lavamanos. Los hombres prefieren usar los cubículos para orinar, que utilizar ese orinal porque les da miedo que los vean.
Pero este chico sinvergüenza se ha colocado allí. Yo me hice el loco y seguí cepillándome. Me comenzó a correr adrenalina por el cuerpo y trate de distraerme. Se abre el cinturón, se desabotona el pantalón, baja la cremallera y alcanzo a ver un interior blanco. Se la saca y comienzo a escuchar el fuerte sonido de un potente chorro. Ya tenía mucha espuma en la boca y me incline a botarla en el lavamanos. La tentación fue más fuerte que mi discreción y de reojo lo miré. Vi colgando una gran verga flácida, gorda, larga… mi pensamiento fue: “Dios, si así es dormida, ¿Como será parada?”.
Me enjuague y el ya había terminado, sabía que se la iba a sacudir y me levante, pero cuando me reincorporo el me queda mirando y yo también, vuelvo mi mirada a su verga y se la sacude con fuerza, se la jala y la menea. Me corrió un frio por todo el cuerpo, quise arrodillarme y chuparle la monda. Pero era imposible, había entrado otro usuario al baño. El se la metió pero antes con su dedo me señalo donde estaba su nombre.
Entendí que era una invitación para que lo buscara en las redes sociales. Memorice el nombre y me fui a tomar el alimentador. Ya montado en el bus, ingrese a Facebook y coloque el único dato que tenía, afortunadamente no era un nombre común y fue fácil encontrarlo porque tiene una foto con su uniforme. Le envié un mensaje y espere su respuesta. Pasaron cinco minutos y mi teléfono vibró. Era el saludándome:
Entendí que era una invitación para que lo buscara en las redes sociales. Memorice el nombre y me fui a tomar el alimentador. Ya montado en el bus, ingrese a Facebook y coloque el único dato que tenía, afortunadamente no era un nombre común y fue fácil encontrarlo porque tiene una foto con su uniforme. Le envié un mensaje y espere su respuesta. Pasaron cinco minutos y mi teléfono vibró. Era el saludándome:
-Hola, como estas?
-Bien gracias ¿y tu?
-Todo bien… ¿te gusto lo que viste?
-Claro, estas muy bueno
-¿Tu vives por la cancha verdad?
-¿Eche y tu como sabes?
-Yo vivo a dos cuadras, por el parquecito que remodelaron, al lado del estadero. Tú antes pasabas full por mi casa, pero luego te perdiste.
-Claro, antes cogía la ruta que pasaba por allí para ir a mi anterior lugar de trabajo pero como cambie de zona no lo cogí mas...¿Entonces sabes donde vivo?
-Si claro, un día me baje por allí que iba a visitar a una amiga y vi donde vives.
-Si quieres me visitas un día de estos.
-¿Puedo llegar hoy?
- ¡Por supuesto! Yo comparto apartamento con una señora y su hija, pero se fueron a Santa Marta de paseo y estoy solo… llégate y hablamos un rato.
-Listo, de una. Yo voy llegando como a las 8, ¿Está bien?
-Si, pero no te cambies, quédate con el uniforme
-Ah bien, no hay problema, nos vemos entonces.
-Bien gracias ¿y tu?
-Todo bien… ¿te gusto lo que viste?
-Claro, estas muy bueno
-¿Tu vives por la cancha verdad?
-¿Eche y tu como sabes?
-Yo vivo a dos cuadras, por el parquecito que remodelaron, al lado del estadero. Tú antes pasabas full por mi casa, pero luego te perdiste.
-Claro, antes cogía la ruta que pasaba por allí para ir a mi anterior lugar de trabajo pero como cambie de zona no lo cogí mas...¿Entonces sabes donde vivo?
-Si claro, un día me baje por allí que iba a visitar a una amiga y vi donde vives.
-Si quieres me visitas un día de estos.
-¿Puedo llegar hoy?
- ¡Por supuesto! Yo comparto apartamento con una señora y su hija, pero se fueron a Santa Marta de paseo y estoy solo… llégate y hablamos un rato.
-Listo, de una. Yo voy llegando como a las 8, ¿Está bien?
-Si, pero no te cambies, quédate con el uniforme
-Ah bien, no hay problema, nos vemos entonces.
No pude concentrarme bien en la tarde, estaba a la expectativa de lo que pasaría. Llegue al apartamento a las 7, tenía una hora para alistarme y me fui a bañar. No llevaba ni 10 minutos en la ducha cuando tocaron a la puerta. Medio me seque y me puse la toalla. Cuando me acerco veo que es el chico, le abro y me comenta que había salido más temprano. Le ofrezco una cerveza y le digo que me voy a cambiar y él me dice que me quede así, que no hay problema, que mejor me siente y hablemos.
Le pregunto por sus planes al terminar su servicio y me cuenta de algunas cosas que quiere hacer, pero siempre esta mirándome el cuerpo y la entrepierna. De repente interrumpe y me dice “Usted está muy bien, no pensé que fuera así de velludo, me arrechan los hombres peludos… no me imagino como esta allá abajo” Yo simplemente le digo: “No te tienes que imaginar, yo te muestro”. Me pongo de pie y dejo caer mi toalla.
El pelao me contempla de pies a cabeza y se empieza a agarrar la verga que se le está poniendo dura. Me le acerco y comienza a acariciarme el pecho, me toca las nalgas y me mira extasiado y me agarra los huevos y la verga, los contempla como si nunca los hubiera tenido en sus manos. Mi verga esta medio dura y así, comienza a mamármela suavemente.
Yo me excito al verlo desde arriba con su gorrita y ese uniforme de policía. Me chupa los huevos y me lame la verga de principio a fin, se la intenta meter hasta el fondo, y siento mi cabeza rozar su garganta. Luego comienza subir por el caminito de pelos que tengo para lamerme toda la barriga, se va poniendo de pie y llega hasta mi pecho el cual acaricia, juega con mis vellos y me mira fijamente muy excitado.
Lo beso y de una me quiere comer la boca. Su lengua explora toda mi cavidad oral. Yo lo aprieto contra mí y me excita sentir el uniforme sobre mi piel. Nuestras lenguas se mueven al ritmo de la arrechera que sentimos, es un momento muy placentero.
Después comienza a desabotonarse el uniforme pero lo freno. Le digo que lo quiero así vestido y el accede. Lo manoseo por todos lados, le empiezo a sobar la verga encima de la ropa, le agarro su culo firme y acaricio su espalda.
Me pongo sobre mis rodillas y le abro el pantalón, le saco la verga a través del interior y vuelvo a abotonarlo, quiero que la verga salga por la cremallera y que no se quite el uniforme. Comienzo a chupar esa mondá que esta deliciosa, morena, gruesa y muy templada. El me agarra la cabeza y me guía “Nojoda, dale así… que vaina rica hijueputaaa!!!” Trato de engullir esa verga pero no me cabe, la saco de mi boca y me golpeo la cara con ella, que sensación más rica. La sigo chupando por un buen rato pero él me interrumpe y me dice, vamos para el cuarto.
Allá me dice que quiere chuparme el culo y comienza a hacerlo, me da unos chupones que me hacen ver estrellas, me lo lame con la lengua y me mete lo puntica de en el hoyo. Juega con mi culo, me lo escupe y los sonidos húmedos me excitan demasiado. Me pide un preservativo y se lo coloca, yo estoy emocionado porque me la va meter vestido, me aplico del lubricante que tengo en la mesa de noche y estando acostado empieza a metérmela despacio.
A mí me arrecha verle sus ojitos miel mirándome con morbo, la verga entra suavemente y es un placer indescriptible, están cumpliendo con una de mis fantasías, que me culiara un “policía” con uniforme. Empieza a darme duro y yo me sostengo de su pantalón, lo jalo para que me la meta hasta el fondo.
Observo su bolillo y recuerdo algo que siempre quise que me hiciera un policía: Le pido que me meta el bolillo por el culo. Sorprendido me dice: “¿En serio quieres eso?” Le digo “Si, toma, ponle este condón para que no se te ensucie. Y comienza a rozármelo por el culo mientras él se pajea, me lo pasa varias veces como si fuera una brocha y comienza a metérmelo, el morbo que siento no lo puedo poner en palabras, el también está muy arrecho con la escena y me mete y saca ese bolillo a su antojo.
Mientras lo hace me dice cosas que hacen volar mi imaginación: “Esto te pasa por entrar a la estación sin pagar” “Con que morboseando en el bus, aquí tienes para que te calmes la arrechera” “Te gusta mi bolillo ah? Te gusta que te duro con el?” Yo solo digo ¡Si, dale, me lo merezco!
Baja el ritmo, me besa y me dice que es mi turno… ¿turno de qué? Pregunto y él contesta “Yo quiero que me claves también, a mí me gusta de todo con todos, no me complico” Pensé: “Un arrecho morboso como yo, mi noche no puede estar mejor”, comienzo a quitarle el uniforme y voy descubriendo un cuerpo, firme, tonificado sin estar marcado.
Le bajo el pantalón y tiene las piernas gruesas y parejas, lo libero de su interior y le digo que se dé la vuelta y veo un culo de infarto, que nalgas más grandes y firmes. El se pone en cuatro en la cama, inclina su espalda quedando arqueado con el jopo firme y extendido. Y siento que me voy a volver loco, su culo es maravilloso, comienzo a chupárselo con lujuria y el man se retuerce de placer, gime pero como macho y exclama “Ay jueputa que riiiicooo… sigue, no pares”
Mientras le chupo el culo le agarro los huevos y verga que sigue dura, el pelao me dice “Quiero que me la entierres, dale, métemela ya” Yo sigo las ordenes y le aplico lubricante, me pongo mi preservativo y comienzo a clavarlo, se queja pero se la meto toda y el aprieta las sabanas para resistir la culiada.
Luego hace que me siente en el borde de la cama, se sienta sobre mi verga y comienza a metérsela él solo, me pide que lo masturbe mientras lo clavo y que le acaricie todo el pecho. Siento su espalda contra mi pecho y es delicioso lo que está pasando, cada vez que cae sobre mi y siento sus nalgas en mi pelvis es la locura.
Después vuelve y me dice, ahora tú. Me acuesta, me pide que me ponga en pollo asado pero me lleva hacia atrás y hace que mi culo quede más alto y estando de pie comienza a agacharse para meterme la verga verticalmente como si estuviera cavando un pozo petrolero, la excitación es tanta, que me hace olvidar la incomodidad.
De pronto comienza a mostrar mas placer y me dice “Quiero echarte mi leche en tu pecho peludo” yo solo le digo “dale”. Me acomodo y el se coloca sobre mis genitales. Sus grandes muslos se marcan aun más, comienza a pajearse pero se restriega sobre mi verga. Se agarra duro la verga, que esta mas grande y totalmente rígida.
Su cara ya manifiesta estar en el punto de no retorno, yo estoy muy arrecho contemplando a ese pelao. De pronto exclama: Ya.. ya!!! Y erupciona el semen de su gran verga como la lava de un volcán. La leche no solo se derrama por mi pecho, parte me cae en el cuello y hasta en la cara. El gruñe de placer: “Marica!!! Que vaina ricaaa” mientras me esparce su leche con su verga por mi pecho peludo como si fuese mermelada.
Yo le digo: No aguanto más y le pido que se acueste boca abajo, le aplico lubricante en la raja del culo y comienzo a rozar mi verga entre sus nalgas sin penetrarlo. Juego con esas nalgas hermosas mientras las masajeo, no falta mucho por venirme… mi verga se pone dura y el roce de sus nalgas con mi frenillo me lleva al cielo, ya no puedo más, la sensación del roce mas el estar sentado en sus ricos muslos es demasiado… mi verga explota y salen chorros de leche de mi mondá que se derraman sobre su espalda. Me acuesto encima de él y siento que esta tibio mi semen.
El se voltea y nos besamos mientras nuestros cuerpos están unidos completamente. Es una sensación de paz la que tenemos. Nos vamos al baño y nos duchamos juntos, finalmente le pido un último deseo, que me deje vestirlo y el accede.
Que delicia ponerle su uniforme, me da las gracias por dejarlo disfrutar esa noche y me dice que me va a agregar a sus amigos para seguir en contacto. Luego de eso estuvimos dos veces más. Después de terminar el servicio, viajo a iniciar sus estudios de suboficial de la Policía y perdimos el contacto. Pero fue una experiencia inolvidable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario