domingo, 17 de septiembre de 2017

Un poema a la amistad, y para esas personas que nos han traicionado. 

Maldita Perra. 


Amigo mío los días hoy son como el sol que esperamos en las frías mañanas de invierno
El suave azul cielo, que se convierte en gris para darle paso a la lluvia
El dulce aroma del café por las mañanas, que al probarlo es amargo
Y la respuesta al grito desesperado
De Cual será nuestro destino en esta tierra.    
           
Ahora, pregunto Sera este nuestro destino final,               
Vivir así, en busca constante de cosas que parecen felicidad.  
                      
He Buscado amistad en lugares prohibidos, oscuros y vedados,
Ya me entere de que esta negada, la solicitud fue rechazada.                           
Y que solo podremos obtener la dicha de un amigo de forma ilegal
en extraños, que prestaran sus oídos unos minutos,
en encuentros furtivos y conversaciones fútiles.      
               
Había esperado tanto para  llenar el vacío,                       
Que eran casi lejano el sentimiento de rechazo, abandonado, y humillación.                         
Valla que este leve rasguño  a la pared de concreto                        
De esta dura  realidad                       
Solo me hizo comprobar que no hay salida a esta cruel verdad
es tristeza y decepción la monedad con la que me pagas hoy.

Ojala te salga un tumor en la cara hijueputa.

miércoles, 12 de abril de 2017

Dostin y su cuento  


Dostin es un chico joven, tiene 25, es un soñador de tanto en tanto, en un descuido se va volando, tiene mucha imaginación y se pega unos viajes, sin necesidad de droga, se va lejos del mundo material, o como le digo yo de la triste realidad. El asunto es este, él tiene la grandísima pretensión de vivir de la escritura, como quien dice, él quiere ser un escritor,  la verdad, a mi parecer le veo pocon, pocon talento, pero lo cierto es que el que persevera alcanza. Lo que les quiero tratar de contar con el relato de hoy, es lo que le paso a este personaje amigo mío en uno de sus días de libre vuelo por los aires de sus multidimensionales mundos ficcionales. Dostin y yo hablamos con frecuencia por el chat de Facebook sobre la vida y  sus altos y bajos, y él me había pedido que por favor leyera uno de sus cuentos y que además, editara si era posible alguna de sus partes, yo sabiendo de que trataba sus cuentos, obvio dije que no, me aburre mucho el género y muchísimos más el ritmo y lo plano de su composición. Pero, aja, ustedes saben que cuando alguien le gusta a uno, pues, al menos  lo que puedo ver atreves de fotos, pues me decidí arriesgar con uno de los capítulos de sus cuentos.
Fue algo muy fácil aquella tarea, solo sanar los sin sentidos y los signos de puntuación y su lenguaje rebuscado, creo que este relato es la consecuencia de tal, hay palabras que ni me acordaban que existían. Le mande las correcciones, al parecer no le gustaron mucho, creo que la razón que me dio fue porque había cambiado su estilo. Luego insistió en que viera los capítulos siguientes pero dije rotundamente no, casi me duermo leyendo lo anterior por Dios, si leo lo siguiente que es bien extenso cabe la posibilidad que caiga en coma. Pero, mi mente que está motivada por el deseo profundo de querer excitar los sentidos, hizo que se me ocurriese la idea de proponerle un trato, -si quieres, yo te ayudo con los demás capítulos, pero tienes que estar con migo, a mi lado en espacio físico,  leyendo junto a mí lo que has escrito, tarea que al parecer no hace con frecuencia. El tipo acepto y nos encontraríamos en  mi casa el viernes.
Eran las 4 de la tarde y prendimos el computador, el busco el archivo lo abrió y yo pues medio decepcionado por el físico que discrepaba en gran manera con la realidad, pues dije al menos puedo disimular mi deseo apagado con el interés por el arte, era bien flaquito el tipo. Leímos el cuento corregimos discutimos un poco, pero terminamos el capítulo sin muchos contratiempos para las 5 y media. Él me dice que tiene calor y se quita la camiseta roja, apenas terminado de decir la palabra calor. Yo que frio estaba de por sí,  veo que su pecho lo cubre un espeso matorral, y eso se excita, me erecta y me pone a hervir mi fría sangre. Yo le pregunto puedo tocarte el pecho, el asiente con la cabeza y se deja, le pellizco los pezones, y me dice, -cuidado que eso me pone mal, -mal porque, le pregunto, -pues porque hace que se levanten cosas, y me señala su entre pierna. Nosotros sentados uno al lado del otro, nos clavamos las miradas, yo baje de la silla y me arrodille frente a él y decidí con mis manos constatar que la cosa se estaba poniendo dura ahí abajo, decidí acercar mi cara a su peludo pecho y con la punta de la lengua besar el pezón derecho, el gimió un poco, ese era mi pase, le desabroche el pantalón caqui, y baje el zíper, aventure mi mano  y saque mi premio, gruesa en una base de pelos, y con mucha carme colgando en su prepucio, estaba semi erecta, acerque mi rostro para olerla, probarla y empecé a subirla y a bajarla. Los dos nos mirábamos frente a frente, deje escapar una sonrisa, una de esa que ponemos los chicos malos, el serio, eso me excitaba. Él me dijo por fin, -reclama tu premio. Así que, separe mi mirada de la suya para encontrar la muy rígida verga que sostenían mi mano, vi como babeaba desde la punta, le baje toda la piel, y acerque mi cara el olor era embriagante, trague un poco de saliva y decidí meter en mi boca el glande, húmedo y rojo, este tenía las mismas proporciones que el resto de esa bella verga, era como un cohete de piel trigueña oscura. Sentí en mi lengua su sabor, y el sin decir nada más, me tomo con las dos manos y me empujo contra su hombría, me la metió hasta la garganta, casi ahogándome, toda adentro, fue algo increíble, me pregunto, - ¿te gusta a lo que sabe? Asentí con la cabeza, y luego me ordeno que sacara la lengua, su pene que son de esos que se ponen erectos todos rectos, gruesos, como un mazo,  lo toma con su mano y me empieza a golpear con él la lengua y  las majillas. Se pone de pie, y me dice, bájate el pantalón, yo me pongo también de pie, y de una abajo jean y boxers, mi pinga estaba bien babosa. Él pone su vergon al lado de mi humilde pene, y con su pelvis las junta,  juega con la mía y la suya. Luego me trae así el, y me besa, yo podía sentir los bellos de su pecho raspándome, yo me separo de él y me pongo de espalda, para que me rose el trasero, no solo con la gruesa y aun mas húmeda picha si no con los vellos de su pubis.
Fue algo como de minutos u horas, el tiempo no importaba, sentir como me besaba el cuello, subía  hasta mis orejas, cada vez que recuerdo eso me late más rápido el corazón, quien iba a pensar que este mancito, me iba hacer sentir de esa manera. Lentamente con su mano me hace bajar, hasta el escritorio que tenía enfrente, me besa la espalda y va bajando, que sensación, llega hasta mis nalgas, se separa aún más de mí, y siento como me da una nalgada duro, sonó y dolió duro, -que culo, me dice, me abre las nalgas, y sin más me empieza a morder suavemente, introduce su lengua en mi orto, lo humedece con su saliva, y me da dos palmadas más con la misma fuerza. Gemí, como pocas veces lo he hecho en la vida, ósea sin fingir. Se levantó, puso la punta de su verga en mi ojete, yo quería decir que aguardara, que se pusiera un condón, pero como todo lo que había hecho ese día, él había hecho lo que quería, me penetro sin condón, a pelo como dicen los videos porno. Quise gritar pero me metió los dedos a la boca, y me dio como un loco, sádico, sabia me dolía, tenía el ritmo alterado y las embestidas eran muy rápidas,  me quito los dedos de la boca y clavo su boca en mi cuello me lo beso y el placer fue nublando el dolor, y en un segundo pase del infierno al cielo. Duramos en esa posición como 5 minutos, en un ahogado gemido se vino dentro de mí, el primer hombre que se había venido dentro de mí, sentía que me ardía su pesado semen en mi interior, me la saco lentamente, y con un tono descarado, pregunto –te gusto, el pago. Yo con el corazón a mil, y sin querer siquiera responder, dije lo primero que se me vino a la cabeza, -pudo ser mejor, sonrió un poco, se subió el pantalón y se fue directo a la puerta, parecía ofendido.
No pude ver si se había parchado. Me dio un ataque de risa toda la escena, fui a limpiarme, cuando estaba en la ducha, aun excitado me empecé a pajear, siento que la puerta se abre, era él, viene hacia mí, se arrodilla y me la empieza a mamar, torpemente, parece que no la había chupado antes, lo dejo. Cuando la tengo bien firme le digo que se aparte y me termino de pajear, me vengo en su cara, se levantó y me beso, probé mi semen de su cara por primera vez, era la primera vez de muchas cosas. Después de eso lo hicimos como ciento de veces, un muy buen polvo Dostin. 

domingo, 9 de abril de 2017

Me dejaron Plantado. ¿Qué pudo pasar? 


En los días que apenas empezamos a conocer gente atreves de páginas y sitios virtuales destinadas a tal fin, es inevitable que lleguen a pasar cosas como las que me paso a mí el día de hoy, me ha pasado varias veces y de seguro amigo a ti también, me dejaron plantado. Que cosa pudo haber pasado por la mente de esa persona que decidió no cumplir la cita pactada, y que ni por mero formalismo pudo hacer una llamada para avisar que no iría, que para empeorar el asunto apago el teléfono, ju… quien sabe, por lo pronto mi dignidad y yo juraremos por lo más sagrado que habrá venganza, en realidad lo único que puedes hacer es eliminar y bloquear.
Lo conocí a él en Manhunt, no era guapo, ni tenia buen cuerpo, de hecho era feo, pero mis estándares estaban tan bajos ultimante que no me importaba, en esta semana santa comer algo de Liza Seca, no está mal. El sitio donde nos íbamos a conocer era un parque, cerca había un motel por si las cosas se ponían interesantes, y de cierta forma prometía, me había mandado fotos de él y de su aparato reproductor, que no cumpliría el fin principal para el que estaba hecho, pero si para el divertimento y el gozo mutuo, y la cosa se veía interesante. La 3:30 era hora que debíamos cumplir, llegue puntual, pase por el sitio donde deberíamos encontrarnos y nada, de pronto yo llegaba, muy temprano, así que busque una banca cerca de un kiosco y espere, espere y espere aún más, se hicieron las cuatro, decidí llamar pero se iba a buzón de mensajes, le deje un mensaje pero sabía que no iba a tener respuesta.
Me llene de rabia,  frustración, pero solo me duro como 2 segundos. El parque estaba lleno de jugadores de futbol, así que me entretuve un rato mirando la testosterona en pantalonetas que paseaban de un lado a otro. La verdad me sentía bien estable emocionalmente y hasta algo liberado porque la verdad estaba bien feo el tipo, decidí caminar hasta casa y pensar en el camino, vi ropa en un almacén y compre un helado. Pensé cosas como, se asusto, yo era mucho hombre para él, o tal vez yo no era tan bonito, debe ser una persona muy cobarde, ¿porque no se inventó una mentira?  Valla que estaba necesitado, no debo adelantarme la próxima vez. Me había prometido hace mucho no volver a conocer gente por redes sociales, me falle, aunque solo fuera sido para sexo casual.

Fin de la historia, que más podía decir, le puede pasar a cualquiera, la vida es así, me demore como 5 minutos superándolo. Solo borre el contacto, no valía la pena bloquear el tipo no creo que se atreva a hablarme, ni para dar una explicación, además ya no la necesito, lo único que necesito es plata, por ahora. Casi lo olvido, sexo necesitooooooooooooooo, sexoooooooooooo. 

lunes, 20 de marzo de 2017

Quiero Karate… ka

Estaba en el último semestre en la universidad, soy diseñador gráfico de la universidad Autónoma de Caribe hace ya dos años que me gradué. Ese último semestre me decidí entrar al equipo de Karate de la universidad, porque me sentía gordo, y me pareció un deporte más o menos ligero y no tan de alto impacto. El día que fui a inscribirme el entrenador, un señor como de 50 años, parecía estar en buena forma, me dijo que tenía genotipo, robusto para este tipo de competencias y que si midiera 5 centímetros más podría ser más que  perfecto. Yo mido 1,75 de estatura, y muchos de los estudiantes que participaban en las competencias, o por lo menos es lo que pensaba hasta entonces, median  entre 1,78 y 1,85. No es que estuviera muy lejos de eso.
El entrenamiento comenzaba a las 7 en punto de la noche, me quedaba más que justo porque salía del trabajo a las 5, iba a la casa me duchaba, comía algo y salía para el coliseo. El primer día, cuando llegue estaba un poco ansioso por la idea de enfrentarme a  un grupo de desconocidos, y soy muy poco sociable, me cuesta iniciar conversaciones, y digamos que mis gustos son poco comunes, Harry Potter, y cosas geeks, que la gente poco entiende. Muchas veces me han dicho que como una persona de mi edad puede interesarse en ese tipo de cosas. Entre gustos no hay disgustos.
Entré en el coliseo y me dirigí al único grupo que había en ese momento ahí. Era un grupo de hombres, a mi parecer, mayores,  creo que yo era el menor, mis 21 años me hacían sentir como un mocoso en pañales, eran personas que a mi parecer tenían entre 25 y 30 años. Y resaltaba entre ellos un mastodonte, de 1,89 de alto, negro, envuelto en una bata blanca, que hasta ahora sé que le llaman Kimono. Me pareció impresionante, y se me acelero el corazón me sentí tan minúsculo. Me pregunto,  ¿tú eres el nuevo? A los que respondí asintiendo con la cabeza sí. El me ordeno con su potente voz, parece que hablara atreves de un auto parlante, que me fuera a cambiar, como aun no tenía mi kimono, lleve una pantaloneta y una camiseta blanca. Me señalo los vestidores, y me fui a cambiar. Pensé que el señor de 50 años iba a ser nuestro entrenador, rato después me entere que el había tenido algunos inconvenientes y se iba a ausentar por algunos días
Ese día solo hicimos cosas básicas éramos 10 los nuevos, nos presentamos dijimos nuestra edad  efectivamente era el menor de todos. Luego, calentamos dándole algunas vueltas a l cancha y después hicimos algunas ejercicios de patadas y golpes, técnicas básicas. Se pasó la hora volando, creo que lo había hecho todo bien. El entrenado dijo -bien, ya se pueden ir a cambiar, se me acerco y me dijo – me recuerdas tu nombre,  yo le dije –me llamo John Carrillo. El me contesto, -mucho Gusto, John tienes el cuerpo preciso para esto y muchas otras cosas. Su comentario me pareció extraño pero no le di importancia en ese momento, me fui al vestidor a cambiar.   Cuando salía del coliseo de la universidad vi que la puerta estaba, el mastodonte entrenador de karate, salude con un gesto y seguí mi camino, en me hizo señal de que lo esperara. Se me acerco y me pregunto si vivía cerca yo le dije que más o menos, que para llegar tenía que coger bus para llegar a tiempo, pero que de salida me iba a pie. Continuamos caminando note que al parecer seguíamos la misma ruta  y continuamos hablando durante el trayecto de karate y cosas así, y de porque había decidido unirme al equipo. Poco antes de llegar a mi casa él se separó y continuo hacia otro lugar me dijo que vivía en un barrio también cercano.
No le di importancia al asunto, aunque la verdad me causo mucha impresión sus forma corpórea, y de vez en cuando desde aquella vez su imagen se me cruzaba en el día, y la imaginación corría, tratando de imaginar cómo sería sin camisa y sin pantalón. Hasta esos días, no habia tenido novia, y estaba convencido que las mujeres me llamaban la atención y trataba de ocultar la idea que los hombres causaban la misma impresión en mí. Me tocaba ir a entrenamiento tres veces por semana, los lunes, miércoles y viernes. La segunda vez que fui al entrenamiento, habia mas personas, al parecer otras personas se unieron al grupo. Repetimos lo de la primera clase, pero esta vez el ejercicio de calentamiento duro más tiempo, y el profesor al parecer se estaba poniendo un poco más estricto en los ejercicios de movimientos de golpes, se me acerco y me miró fijamente y me dijo con su voz que me hizo acelerar el corazón, lo estás haciendo bien, le sonreí, y él se alejó. Al final, hicimos en pareja ejercicios de estiramiento. Me llamo a mi para que siguieran como modelo lo que los dos hacíamos. Me dijo que me acostara boca arriba en el suelo tomo mis dos piernas y las contrajo apoyándolas en su pecho. Las cosas hasta ese momento parecían estar bajo control, yo estaba respirando normal, y el flujo sanguíneo parecía fluir en el sentido correcto. Él pepitito esto varias veces contrayendo y luego liberando. Cuando, les dio la orden de hacer lo mismo a los demás por accidente, roce mi pie con su entre pierna, le dije de inmediato lo siento, pude sentir lo blando que colgaba, y eso detono lo mío, tuve una erección, mi pantaloneta era de las que usan los jugadores de futbol, así que se notaba mucho,  decidí quedarme sentado ahí, hasta que pasar todo, él me dijo -ya te puedes ir a cambiar, le conteste que en un momento lo hacía, que me quede sin aire y trataba de recobrarlo.
Él se fue a cambiar y dejo al resto haciendo el estiramiento. Cuando por fin sentí que todo había regresado a su forma original, decidí levantarme, el resto de compañeros, se quedaron hablando, y reposando antes de irse a cambiar, yo entre rápido al vestidor, y busque mis cosas me quite la pantaloneta busque mis jeans y la camisa, cuando me senté para vestirme me doy vuelta y veo que él está ahí de pie, estaba a mis espaldas, -me pregunta hoy te VIENES con migo. Yo de inmediato note que estaba en ropa interior, con unos calzoncillos blancos, tipo brief. Que marcaban una masa gigantesca, aparte mi vista para no hacer notar lo que llamaba mi atención, y sus pectorales me hicieron tragar un poco de saliva, era un cuerpo de esos de estatua griega, con control lo mire a los ojos y le dije - seguro profe. Me puse el jean rápido para ocultar lo que ya estaba empezando a crecer de nuevo, y la camiseta que me quedaba grande gracias a dios, me cubría el paquete, se  movía de un lado a otro, y me dejaba ver lo increíble de su cuerpo, su trasero definido, sus muslos su espalda, era un deleite mirar, me controle y Sali de inmediato del vestidor. El grito desde adentro, -me esperas. Más calmado esperando fuera del coliseo, salió, con un jean ajustado y una camiseta igual, que decía liga de karate. 
En el camino me comento que hoy había sido un día duro para él, y que quería ir a tomar algo antes de irse a su casa, yo le dije que no lo podía acompañar, no traía dinero en el momento, el me dijo enseguida que no importaba, podíamos comprar un sixpack y tomarlo en algún lugar, que asi salía mas barato, me aclaro que en su casa no podía, su esposa lo iba a regañar de inmediato. Yo le dije que si quería podíamos ir al apartamento donde vivía, vivo con unos amigos. Compramos las cervezas y llegamos al apartamento.
En mi apartamento, hablamos sobre mi trabajo y las clases de Karate. Cuando ya estábamos bebiendo las últimas dos cervezas me dijo que si quería, podíamos comprar más. Le dije que estaba mareado, no acostumbro a tomar mucho. Él me dijo –ok, entonces mejor me voy, no quiero incomodar, yo le conteste que era lo mejor, mañana los dos trabajamos, cuando me levante del sofá casi me caigo del mareo que tenía, tropecé con una mesa, pero él me recibió en sus grandes y largos brazos, olía a colonia, una muy masculina. –Cuidado campeón, no quiero que te lastimes, sano me sirves más, comento cuando me tenía agarrado, - te acompaño mejor primero a tu habitación, le señale donde estaba, y me llevo. Era como estar en un sueño, y él era ese príncipe de mis sueños, me condujo hasta la cama, y me dijo –aquí está la cama, campeón. Me dejo caer, me acomode, y me quite los zapatos, y la camisa, de pronto el me pregunta,- y el jean no te lo vas a quitar, sin pensarlo mucho respondí –estoy en riesgo de violación, lo mejor es que los conserve, me eche a reír, y el casi de inmediato, con su mirada fija en mí, me contesto, -no aria nada que no quisieras.
Después de eso los dos nos quedamos en silencio, y se me acerco, siempre con la mirada fija en la mía, y me beso, fuerte, poderosamente, como todo lo que él era, se separó de mí, y se quitó la camisa, nuestros pechos con un poco de sudor se unieron y pude sentir los vellos que me acariciaban, raspándome, me siguió besando hasta bajar por mi cuello, y me agarro los pechos y los sujeto, se alejó de mi un poco, me clavo de nuevo la mirada y me dijo -eres mío, me soltó y me desabrocho el jean, me lo quito, se quitó el suyo y de nuevo me empezó a besar. Todo ese animal salvaje suelto, grande, queriendo poseerme, estaba excitado, sentía que estaba mojado en mi ropa interior. Sentí como su paquete y el mío se juntaba, él se frotaba contra mí, esto me hizo notar que su espada superaba en tamaño a la mía. Decidí tomar la iniciativa, darle la vuelta en la cama y besar sus tetillas, sentí como gimió de placer, estuve así por unos minutos más, hasta que no pude contener la ganas de ver que guardan sus calzoncillos, para mi sorpresa pude notar que la cabeza de su enorme verga escapaba levemente de estos, se los baje y salió disparada, había viso películas porno, y la verdad siempre pensé que era imposible tener algo de ese tamaño, pero ahí estaba, larga, gruesa y llena de pelos, definitivamente los negros están bien dotados, pensé. Pensé enseguida que podría entrar a mi boca sin dificulta, porque tenía la necesidad imperiosa de olerla y saber a qué sabia su sexo, creí  haber tenido las técnica para hacer una mamada, pero lo cierto es que no, al comienzo, con mi mano le baje el glande, y la lamí, era un sabor diferente él voltio el rostro hacia atrás, cuando decidí empezar a chupar, que la tenía en mi boca, entra y sale, él se quejó un poco, me día que no usara los dientes, desistí, y le dije que lo sentía, pero que como no lo había hecho antes, no sabía cómo.  Él me dijo no importa, como voy a ser tu primer hombre, tendrás tiempo de aprender con migo, de pie los dos me beso tiernamente me bajo el calzoncillo, y vio mi pene mojado, me pregunto - ¿yo te excito?, verdad, me voltio, me puso de espaldas, y empezó a frotar su vergota, mientras me masturbaba, que sensación. Me beso el cuello, me frotaba y me la jalaba, me vine, se me salió la leche, el lo tomo en su mano, y lo probo, solo dijo- uff, leche virgen, después me inclino, baje la espalda hacia la cama, me abrió las piernas y me empezó a ver el culo, me abrió las nalgas con sus grades manos, y me dio un beso en todo el ano. Después me dijo, quiero probarlo, pero primero quiero que te lo limpies, porque voy a entrar hasta lo más profundo de tu ser con mi lengua. Me puse la ropa interior y Salí corriendo al baño, note como ya tenía otra erección, me metí en la ducha, y me limpie el culo, con mis dedos frote todo mi culo y me metí un dedo en el ano, para que quedara todo bien limpio, para ese momento estaba bien empalmado. Me seque y salí en toalla a el cuarto. Él me esperaba en la cama, se estaba acariciando con una mano una tetilla, y con la otra el pene, me vio y se levando, me puso en la misma posición, y dijo, así me gusta el culo, bien limpio, como soy casi lampiño, no tenía casi ni un pelo. Me abrió las nalgas otra vez, pero esta vez sentí su lengua que me tocaba lo más profundo, Dios que sensación jamás había sentido eso, para entonces ya estaba de nuevo derramando líquido seminal a chorros. El me la pasó de arriba, hacia abajo, me mordía suave mente el trasero, y subía con su lengua por mi espalda. De pronto y sin aviso me da una nalgada y exclama, -que culo más rico, ahora te voy a dar lo que mereces, eso sonaba a amenaza, me escupió el culo y me metió un dedo, hasta el fondo, yo adolorida por eso gemí, y me queje, ahí, entrenador, el mete y saca con el dedo, me tenía súper excitado, casi sentí que me venía, pero me controle de pronto, dejo de hacerlo, note que se puso de pie, y rozaba la cabeza de su pene contra mi ano, y sin contemplación, calcule entonces, 20 centímetros de hombría, me lo introdujo todo sentí la envestida de sus testículo y grite, ahogado, él cogió su ropa interior y me la puso en la boca, y me dio, mete y saca, una y otra vez, que dolor tan horrible, se me fue la erección, casi al instante. De pronto,  me soltó la boca y me saco su verga, escupió de nuevo y son su pene me acaricio de nuevo el ano, y nuevamente me lo introdujo esta vez hasta la mita, me escupió entre mis nalgas otra vez, pero esta vez me envistió hasta el fondo. Esta vez entro sin tanto dolor, pero me ardía. Me dio suave, me beso, me abrazo, me trato esta vez tiernamente, poco a poco me fui acostumbrando, hasta que se me empezó a parar la mía, ya estaba sintiendo más placer que dolor.
Luego se acostó y me dijo súbete, dolio a la antrada pero después con el sube y baja, todo empezó a ser más placer que dolor, de un momento a otro me puso boca abajo, me paso el brazo por el cuello, y sentí como se daba gusto con migo, hasta que sentí como se venia en mi interior, sentí como su semen caliente me quemaba, ardía, y gimio un largo, como todo lo suyo, -aaaaaah.


Yo me vine casi instantáneamente sin tocarme si quiera, esta todo lleno de semen, en mi cama y sobre mí un macho grande que hizo con migo lo que quiso. Se quedó un minuto así, me pregunto por el baño, se bañó y se fue. Después de clases lo hacíamos, se venía 2 y 3 veces  cuando estábamos. Duramos un año en eso. 

domingo, 7 de agosto de 2016

Las cosas que me afectan, el escrito de este blog. La depresión llego y se que pasara, mientras tanto escribo. 

Yo he tenido muchas barreras mentales que he estado superan esos últimos años,  en lo que  compete a ser gay, pero se perfectamente que aún hay otros tantas que no he podido superar. Entre ellas la manera en que creo que la gente me percibe, sentir que están murmurando detrás de mí, tratar de querer tener una relación a como dé lugar, y esa constante incomodidad en todos lados, aparte de que odio mi trabajo y mi voz.

Parece que todas estas cosas son producto de mi baja autoestima, mis miedos e inseguridades. Además de querer mostrar alguien que no soy. Siempre me he preguntado si otras personas sienten lo mismo, y de seguro tendrán sus demonios que enfrentar, pero eso es un consuelo de tontos, porque en nada me ayuda. 
Todo esto que escribo aquí es una catarsis, un intento de exorcizar los demonios que en este punto de mi vida me agobian. Estas últimas semanas me he estado sintiendo un poco depresivo respecto a las cosas mencionadas anteriormente. He sentido que nunca nadie me va a querer, y que voy a vivir en soledad absoluta toda mi vida, y que cada vez que me gusta alguien y no soy correspondido, a decir verdad me ha pasado siempre, me afecta demasiado. Esto es desesperante la verdad odio esa parte de mí que se ilusiona tanto, será eso parte de los males que me aquejan, mi personalidad en su constate intento de herirse a si misma. He escuchado decir que uno tiene aprender a ser feliz solo, y ser feliz con esa soledad. Opino que eso sería lo ideal, y de verdad me gustaría aprender a ser lo, mientras tanto herido, pero no muerto, eso solo cuestión de tiempo para me sane, e intente un nuevo salto.  
Por otro lado, mi trabajo, creo que lo odio, no se si con todo el corazón, por algo es trabajo, creo que fe confusio el que dijo "Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida." Mi trabajo me convierte en algo q no quiero ser, un ser estresado, depresivo, agresivo, y lleno de miedos  e inseguridades, además de  hacer me sentir estancado. En este respecto estoy haciendo todo lo posible para cambiar eso, y sé que lograre cambiar de profesión pero toma tiempo y el estrés continua y se acumula y se une a otras cosas, una bola de nieve que está a punto de arrastrarme, me levantare y peleare de nuevo.
No sé si será la soledad y los momentos cortos que me he dado de ella, lo cierto es que estoy muy incómodo, quisiera sacar todo esto con lágrimas, con un grito, con palabra contadas a alguien pero me resulta a veces difícil manifestar todas mis emociones y estoy tan desesperado de hacerlo. Quiero quererme como soy físicamente, eso sé que es importante, quisiera ser más fuerte emocionalmente, más inteligente, ser querido y amado por amigos y amantes,  vivir una vida no siendo gay, que me gustara mi trabajo y hacerlo bien, pero eso nadie en el mundo lo ha conseguido, lo que si han conseguido es estar en paz con sigo mismos, y poder cambiar lo que se puede. 




domingo, 22 de mayo de 2016

Motorizado nocturno 

(cara seria, nalguita recochera)


Hace poco mi amigo cartagenero, el viejo Mañe, un amante cartagenero que tengo, me conto algo que le paso hace poco. El tiene 25 años, mide uno setenta, es simpático el pelao, trigueño y tiene una buena dotación, oIo.
Él trabaja en un hotel Cartagena, y el día sábado tenía planeado salir de rumba con unos amigos, tomar se una frías y hablar monda, un plan bacano. Todo salió como lo había planeado, sus amigos y el tomaron hasta las 3 de la mañana. El decidió que ya era hora de irse para su casa, tomo un taxi hasta la terminal porque él no vive en Cartagena si no en un pueblo cercano que está a media hora más o menos de Cartagena. El bus lo dejo en la plaza del pueblo, donde tenía que tomar una moto de lo dejaría en su casa. De una uno de los moto taxista que lo vio se acercó en la moto y le pregunto que para donde iba él dijo el barrio y le cobro barato así que él se montó de una.
Las cosas le parecía raras desde el primer momento en que se montó en la moto, sentía como el man con frecuencia se echaba hacia atrás, como con ganas de arrecostar le el culo en el paquete, creo yo que pensaría que estaba bien borracho, para no dar se  cuenta, no presto mucha atención a eso. Después el man se metía por lugares que no tenía que como tomando el camino más largo, y noto que con frecuencia él lo miraba en el retrovisor. Hasta que, mi amigo se la pillo y lo confronto, -aja, chamo, que es lo tuyo, que quieres verga, el tipo detuvo la moto. El moto taxista no parecía muy impresionado por la confrontación y se sonrió un poco, mi amigo le siguió reclamando aja, entonces, -quieres monda, si o no para darte.  El moto taxista respondió, claro mi llave, yo quiero que me des, si quieres vamos a algún lado para que no nos pillen por aquí en la calle. Mi amigo le respondió -listo pues vamos, el tipo se acomodó en el asiento y quedo casi en sima de la entrepierna de mi amigo, dándose gusto con la pedazo de mazo. Uff me dice mi amigo que esa sobadera fue lo más rica sensación que ha tenido, con el movimiento de la moto, las calles destapadas que hacia que saltaran cada rato. Mi amigo estaba chorreando a cada rato puro líquido pre-seminal. Después el tipo le empezó a manosear con una de sus manos, mi amigo aprovecho y se bajó la corredera y se sacó la monda, los 18 centímetros, la tenía toda la cabeza mojada y el tipo la cogió y le empezó a dar como agitando botella de salsa de tomate cuando no tiene y quiere sacarle lo último. Mi amigo entre tanta agitación en esa moto no pudo más y se le vino al man en la mano. El moto taxi se limpió la mano y se la olio después.
Finalmente encontraron un lugar que parecía bueno, un monte en un parque del pueblo, se bajaron de la moto y se fueron los dos, a ya mi amigo que tenía la picha afuera desde que se bajó de la moto, le dijo a el man que se la chupara. El man de una se arrodillo, tendría unos 40 años le calculo él, grueso y cara seria. Y de una le empezó a chupar, mi amigo le pegaba en la cara con la monda, cuando la metía bien ensalivada se la pasaba por la frente, nariz y  cachetes, toda la cara. El man le chupaba la verga como si el mundo se fuera a acabar, de repente se puso de pie se bajó el jean, y le dijo –déjame lo ardiendo. Mi amigo que no tenía condón, le pregunto que si el tenia, él le dijo que no. - ahoiga pana,  así no podemos, es por salud además yo no lo conozco a usted. -Espera, no sé si puedes usar esto. El moto taxi saco una bolsa pequeña de plástico. – pues nunca lo he hecho así, vamos a probar, mi amigo se hecho saliva en la verga, y se puso la bolsa plástica, el moto taxi se puso como perrito en 4 patas.  Le echo saliva por fuera y el en el culon, peludo del man, porque ese man tenia tronco de culo grande y las nalgas peludas, como a mi amigo le gustan. Lo puntio con la cabeza embolsada, y le daba, como martillando clavo, hasta que le dio y le metió la cabeza, que por cierto es más delgada que el cuerpo de la monda. A medida que hacia presión el man de 40 años, que debía tener esposa y algún hijo gemía, ahii, ahí, si, hasta que mi amigo no aguanto mas y le metio toda de una, hasta el pegue, que lo tiene más grueso. El sabia él iba a pegar un grito así que le tapó la boca antes de enterrarle toda la monda. Cuando empezó el mete y saca el man trato se zafarse pero estaba bien agarrado, hasta que le empezó a coger gusto. Mi amigo lo soltó y dejo que el solo se diera, hacia atrás y hacia adelante. Viendo que ya estaba cómodo se la saco toda y se la metió toda de una, 4 o 5 veces, lo cambio de posición y lo puso de frente, y le vio la picha que la tenía parada, roja y cabezona, lo acomodo se puso las piernas en los hombros, con la picha aun dentro de la bolsa, que estaba un roja por la sangre que le saco al man, se la introdujo lentamente. Mi amigo está al límite sentía que se venía en cualquier momento así que le dio con toda,  se escuchaba los golpes de los testículos sudorosos dándole en el ano peludo del hombre grande, y el retorciéndose de placer. Hasta que no pudo mas y se vino.
El moto taxista al ver que ya había acabado se pajeo, y en dos segundo ya estaba botando leche. Le llego hasta el pecho los lechazos que saco. Se pusieron los pantalones y se montaron en la moto, ya era de día, había amanecido. Lo llevo a su casa y le dijo que si mañana podían hacer algo parecido, el le dijo que si pero el man nunca regreso, por lo menos hasta ahora.















miércoles, 4 de mayo de 2016

Mi vecino en la cola.

Este relato que a  continuación les narro, es una completa y totalmente real, no me pertenece, es de un buen amigo del Facebook de los descabezados. Me pareció muy chévere lo que me conto cuando le dije que  no hay nada mejor que tener sexo con alguien que te conoce y conoces bien y con el que la cama es familiar. Todos los eventos son reales, excepto los detalles, como las palabras que se decían en el acto, y la descripción de los cuerpos eso, si es mío, y es mi poética.
Hace ya cuatro años, en noviembre, fui a pagar un recibo en la olímpica, era quincena, y la cola en la caja era muy larga, yo estaba preparado automáticamente para aburrirme y que me dolieran los pies al salir de ahí. Me voy directo al último de la fila y que demonios veo, un culaso, eso ya me hizo cambiar de aptitud, al menos iba tener con que recrearme la vista. El tipo era de mi estatura media como 1,75, y tenía buen cuerpo era de piel clara y tenía un cabello negro. Sin darme cuenta el tipo se da la vuelta y nuestras miradas se encuentran, yo quedé impresionado el man era pinta, quede embobado por unos segundos y el me dice, -esto va pa´ largo amigo. Yo solo moví la cabeza haciendo gesto de que si, y de una le respondí,-joda si, parece que todo el mundo viene a hacer lo mismo.  El dolo dijo uju, y cuando ya había perdido las esperanzas de seguir conversando, el me pregunta –viste el partido del junior ayer. A mí como me gusta el futball enseguida me puso ha hablar con el del tema, y asi hasta que por fin llegamos a la caja. Las conversación fluyo rápido me pareció corta y hasta alcance a lamentar que se acabara con la cola. El pago, se despidió de mi y se fue, me sentí muy vacío, como cuando en el bus alguien se monta y te enamoras y vives ese idilio y esa persona se baja después. Pague y cuando Salí de la Olimpica el man estaba a un lado de la puerta, me llamo y me dijo que si quería me podía llevar a la casa. Yo acepte de una y cuando le dije donde vivía, ¡ho! sorpresa la mía, vivíamos en el mismo conjunto, nunca lo había visto antes, debía ser porque siempre andaba en carro. El me pidió el teléfono al bajar del carro se lo di, y así, empezó todo.
 La segunda vez que lo vi, fue porque lo invite a ver un partido del junior a mi casa, después nos tomamos una cervezas, y de ahí en adelante fue todo en plan de amigos, aunque la verdad es yo siempre sentía, esa sensación,  esa tensión, esas miradas cómplices. Uno intuye que el man es del cuento, pero no hay manera de estar completamente seguro. Jamás intente nada, yo soy del tipo que toma pocos riesgo, y no lo iba a tomar con un vecino, dañar la reputación d esa manera.  Hasta que un día el me invito a almorzar, y bueno todo fue normal, ya nos íbamos, nos subimos al carro y él, misterioso me dice que le cuesta admitir que yo le gusto, y que se siente atraído por mi, me agarra la pierna y se me acerca y me intenta besar yo, estático, emocionado por esa sorpresa, me acerco y nos besamos, el sube su mano y me agarra el paquete. Cule de martillada nos pegamos, y la manoseadera fue lo mejor hasta que vimos que alguien se acercaba al parqueadero, y paramos, nos fuimos, ese dia solo paso eso, el me llevo a mi casa, y él se fue a la suya. Esa noche casi no pude dormir, que emoción sentía, era como cuando deseas algo, y tienes la plena seguridad que no va a pasar, y no hay nada que puedas hacer para que pase, y por obra de un ser superior todo sale a pedir de boca. El me escribió esa misma noche diciendo que si quería ir a jugar futbal mañana, yo le dije que si.
El sábado en la mañana el me pasa a recoger, íbamos en pantaloneta, hablamos en el carro de lo que había pasado y los dos estábamos felices de lo que había pasado. Llegamos al campo, jugamos con uno de sus compañeros de trabajo, le hacía falta uno, el que yo iba a remplazar había tenido un esguince. Cuando terminamos de jugar el me invito unas cervezas con sus amigos, hablamos todo chévere, bacano, hasta que dieron las 11, el me llevo a la casa, y cuando llegamos, el me dice que si le puedo prestar el baño, yo le dije que si, entramos y pensé que mis papas estaban en la casa, pero no había nadie. El entro al baño, yo fui a quitarme la camisa y cuando regrese él estaba sin la pantaloneta y la camisa, solo en los zapatos y con las medias puestas, tenía la picha tesa, y solo me dijo –mira como me tienes, ya es hora que me bajes la fiebre. Yo me acerque sin camisa y lo bese lo toque, le agarre el culo y junte mi paquete y su pene erecto, calcule unos 17 centímetros. El me aparto un poco, se arrodillo, y me bajo la pantaloneta, acerco su cara a mi calzoncillo, y aspiro el olor de macho de mi entrepierna, metió sus dedos en el elástico y de un tirón los bajo, mi pinga salió recta y bien dura lo desafio, el acepto el duelo y abrió su boca, y me la empezó a chupar me bajo el prepucio y con la punta de la lengua lamio todo el líquido pre-seminal, luego se la metio toda a la boca, dios que sensación, me la chupo como si el mundo se fuera a acabar, y yo sentí que casi me venía, lo detuve, le dije –es mi turno de devolverte el favor, me arrodille y lo voltie quería ver su culo, ese culo que me traía loco, que cada vez que lo vei, se me paraba la verga, ahí estaba un culo grande, con algunos bellos, me acerté y le di algunas suaves mordidas, lo incline para ver el ojete, ese ojete donde le podía ver el alma entera, que hermosos panorama rosadito.  Humedecí un dedo con saliva y le empecé a dar, sentía sus gemidos y contracciones. Luego abrí con ambas manos sus nalgas y se me hizo agua la boca, quería probar ese ojete  peludito, y con la punta de la lengua le comencé a dar de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, le mordía de vez en cuando sus glúteos, hasta que me rogo que se la metiera, me dijo con la voz llena de deseo –métemela, por favor. Yo que la tenía bien tesa, y chorreando pre-cum, quería hacer sus deseos realidad. Lo lleve a mi cuarto de la mano, y busque el condón en una d mis gavetas, me lo puse, llene de saliva mi mano  y me la pase por la verga, él se acostó en la cama y de frente tomo sus piernas con sus brazos abriéndose a mí, yo le lamí su culo por última vez, y se lo escupí, le puse la cabeza de mis  19 centímetros de la monda,   y le di despacito poco a poco, el me rogo de nuevo –despacio, cuando ya tenía media a dentro le di un solo empujo y el jimio de dolor, y creo q de placer. Se la deje adentro, y luego se la saque, y empecé el mete y saca, el ponía cara de dolor, pero después de un ratico, ya me la estaba pidiendo, -ha, ha, dame, dame, si, ha,,,, quiero picha, dame picha. Eso me éxito tanto, que me vine de una le di rápido, quede sudando de la mondaquera que le di. Le agarre la monda y lo pajie, y se vino poco después, toda la leche le cayó en sus barriga peluda. Nos acostamos juntos en la cama, con la respiración agitada. Nos abrazamos. Después nos bañamos juntos, tiramos otro polvo en el baño y él se fue.