miércoles, 12 de abril de 2017

Dostin y su cuento  


Dostin es un chico joven, tiene 25, es un soñador de tanto en tanto, en un descuido se va volando, tiene mucha imaginación y se pega unos viajes, sin necesidad de droga, se va lejos del mundo material, o como le digo yo de la triste realidad. El asunto es este, él tiene la grandísima pretensión de vivir de la escritura, como quien dice, él quiere ser un escritor,  la verdad, a mi parecer le veo pocon, pocon talento, pero lo cierto es que el que persevera alcanza. Lo que les quiero tratar de contar con el relato de hoy, es lo que le paso a este personaje amigo mío en uno de sus días de libre vuelo por los aires de sus multidimensionales mundos ficcionales. Dostin y yo hablamos con frecuencia por el chat de Facebook sobre la vida y  sus altos y bajos, y él me había pedido que por favor leyera uno de sus cuentos y que además, editara si era posible alguna de sus partes, yo sabiendo de que trataba sus cuentos, obvio dije que no, me aburre mucho el género y muchísimos más el ritmo y lo plano de su composición. Pero, aja, ustedes saben que cuando alguien le gusta a uno, pues, al menos  lo que puedo ver atreves de fotos, pues me decidí arriesgar con uno de los capítulos de sus cuentos.
Fue algo muy fácil aquella tarea, solo sanar los sin sentidos y los signos de puntuación y su lenguaje rebuscado, creo que este relato es la consecuencia de tal, hay palabras que ni me acordaban que existían. Le mande las correcciones, al parecer no le gustaron mucho, creo que la razón que me dio fue porque había cambiado su estilo. Luego insistió en que viera los capítulos siguientes pero dije rotundamente no, casi me duermo leyendo lo anterior por Dios, si leo lo siguiente que es bien extenso cabe la posibilidad que caiga en coma. Pero, mi mente que está motivada por el deseo profundo de querer excitar los sentidos, hizo que se me ocurriese la idea de proponerle un trato, -si quieres, yo te ayudo con los demás capítulos, pero tienes que estar con migo, a mi lado en espacio físico,  leyendo junto a mí lo que has escrito, tarea que al parecer no hace con frecuencia. El tipo acepto y nos encontraríamos en  mi casa el viernes.
Eran las 4 de la tarde y prendimos el computador, el busco el archivo lo abrió y yo pues medio decepcionado por el físico que discrepaba en gran manera con la realidad, pues dije al menos puedo disimular mi deseo apagado con el interés por el arte, era bien flaquito el tipo. Leímos el cuento corregimos discutimos un poco, pero terminamos el capítulo sin muchos contratiempos para las 5 y media. Él me dice que tiene calor y se quita la camiseta roja, apenas terminado de decir la palabra calor. Yo que frio estaba de por sí,  veo que su pecho lo cubre un espeso matorral, y eso se excita, me erecta y me pone a hervir mi fría sangre. Yo le pregunto puedo tocarte el pecho, el asiente con la cabeza y se deja, le pellizco los pezones, y me dice, -cuidado que eso me pone mal, -mal porque, le pregunto, -pues porque hace que se levanten cosas, y me señala su entre pierna. Nosotros sentados uno al lado del otro, nos clavamos las miradas, yo baje de la silla y me arrodille frente a él y decidí con mis manos constatar que la cosa se estaba poniendo dura ahí abajo, decidí acercar mi cara a su peludo pecho y con la punta de la lengua besar el pezón derecho, el gimió un poco, ese era mi pase, le desabroche el pantalón caqui, y baje el zíper, aventure mi mano  y saque mi premio, gruesa en una base de pelos, y con mucha carme colgando en su prepucio, estaba semi erecta, acerque mi rostro para olerla, probarla y empecé a subirla y a bajarla. Los dos nos mirábamos frente a frente, deje escapar una sonrisa, una de esa que ponemos los chicos malos, el serio, eso me excitaba. Él me dijo por fin, -reclama tu premio. Así que, separe mi mirada de la suya para encontrar la muy rígida verga que sostenían mi mano, vi como babeaba desde la punta, le baje toda la piel, y acerque mi cara el olor era embriagante, trague un poco de saliva y decidí meter en mi boca el glande, húmedo y rojo, este tenía las mismas proporciones que el resto de esa bella verga, era como un cohete de piel trigueña oscura. Sentí en mi lengua su sabor, y el sin decir nada más, me tomo con las dos manos y me empujo contra su hombría, me la metió hasta la garganta, casi ahogándome, toda adentro, fue algo increíble, me pregunto, - ¿te gusta a lo que sabe? Asentí con la cabeza, y luego me ordeno que sacara la lengua, su pene que son de esos que se ponen erectos todos rectos, gruesos, como un mazo,  lo toma con su mano y me empieza a golpear con él la lengua y  las majillas. Se pone de pie, y me dice, bájate el pantalón, yo me pongo también de pie, y de una abajo jean y boxers, mi pinga estaba bien babosa. Él pone su vergon al lado de mi humilde pene, y con su pelvis las junta,  juega con la mía y la suya. Luego me trae así el, y me besa, yo podía sentir los bellos de su pecho raspándome, yo me separo de él y me pongo de espalda, para que me rose el trasero, no solo con la gruesa y aun mas húmeda picha si no con los vellos de su pubis.
Fue algo como de minutos u horas, el tiempo no importaba, sentir como me besaba el cuello, subía  hasta mis orejas, cada vez que recuerdo eso me late más rápido el corazón, quien iba a pensar que este mancito, me iba hacer sentir de esa manera. Lentamente con su mano me hace bajar, hasta el escritorio que tenía enfrente, me besa la espalda y va bajando, que sensación, llega hasta mis nalgas, se separa aún más de mí, y siento como me da una nalgada duro, sonó y dolió duro, -que culo, me dice, me abre las nalgas, y sin más me empieza a morder suavemente, introduce su lengua en mi orto, lo humedece con su saliva, y me da dos palmadas más con la misma fuerza. Gemí, como pocas veces lo he hecho en la vida, ósea sin fingir. Se levantó, puso la punta de su verga en mi ojete, yo quería decir que aguardara, que se pusiera un condón, pero como todo lo que había hecho ese día, él había hecho lo que quería, me penetro sin condón, a pelo como dicen los videos porno. Quise gritar pero me metió los dedos a la boca, y me dio como un loco, sádico, sabia me dolía, tenía el ritmo alterado y las embestidas eran muy rápidas,  me quito los dedos de la boca y clavo su boca en mi cuello me lo beso y el placer fue nublando el dolor, y en un segundo pase del infierno al cielo. Duramos en esa posición como 5 minutos, en un ahogado gemido se vino dentro de mí, el primer hombre que se había venido dentro de mí, sentía que me ardía su pesado semen en mi interior, me la saco lentamente, y con un tono descarado, pregunto –te gusto, el pago. Yo con el corazón a mil, y sin querer siquiera responder, dije lo primero que se me vino a la cabeza, -pudo ser mejor, sonrió un poco, se subió el pantalón y se fue directo a la puerta, parecía ofendido.
No pude ver si se había parchado. Me dio un ataque de risa toda la escena, fui a limpiarme, cuando estaba en la ducha, aun excitado me empecé a pajear, siento que la puerta se abre, era él, viene hacia mí, se arrodilla y me la empieza a mamar, torpemente, parece que no la había chupado antes, lo dejo. Cuando la tengo bien firme le digo que se aparte y me termino de pajear, me vengo en su cara, se levantó y me beso, probé mi semen de su cara por primera vez, era la primera vez de muchas cosas. Después de eso lo hicimos como ciento de veces, un muy buen polvo Dostin. 

domingo, 9 de abril de 2017

Me dejaron Plantado. ¿Qué pudo pasar? 


En los días que apenas empezamos a conocer gente atreves de páginas y sitios virtuales destinadas a tal fin, es inevitable que lleguen a pasar cosas como las que me paso a mí el día de hoy, me ha pasado varias veces y de seguro amigo a ti también, me dejaron plantado. Que cosa pudo haber pasado por la mente de esa persona que decidió no cumplir la cita pactada, y que ni por mero formalismo pudo hacer una llamada para avisar que no iría, que para empeorar el asunto apago el teléfono, ju… quien sabe, por lo pronto mi dignidad y yo juraremos por lo más sagrado que habrá venganza, en realidad lo único que puedes hacer es eliminar y bloquear.
Lo conocí a él en Manhunt, no era guapo, ni tenia buen cuerpo, de hecho era feo, pero mis estándares estaban tan bajos ultimante que no me importaba, en esta semana santa comer algo de Liza Seca, no está mal. El sitio donde nos íbamos a conocer era un parque, cerca había un motel por si las cosas se ponían interesantes, y de cierta forma prometía, me había mandado fotos de él y de su aparato reproductor, que no cumpliría el fin principal para el que estaba hecho, pero si para el divertimento y el gozo mutuo, y la cosa se veía interesante. La 3:30 era hora que debíamos cumplir, llegue puntual, pase por el sitio donde deberíamos encontrarnos y nada, de pronto yo llegaba, muy temprano, así que busque una banca cerca de un kiosco y espere, espere y espere aún más, se hicieron las cuatro, decidí llamar pero se iba a buzón de mensajes, le deje un mensaje pero sabía que no iba a tener respuesta.
Me llene de rabia,  frustración, pero solo me duro como 2 segundos. El parque estaba lleno de jugadores de futbol, así que me entretuve un rato mirando la testosterona en pantalonetas que paseaban de un lado a otro. La verdad me sentía bien estable emocionalmente y hasta algo liberado porque la verdad estaba bien feo el tipo, decidí caminar hasta casa y pensar en el camino, vi ropa en un almacén y compre un helado. Pensé cosas como, se asusto, yo era mucho hombre para él, o tal vez yo no era tan bonito, debe ser una persona muy cobarde, ¿porque no se inventó una mentira?  Valla que estaba necesitado, no debo adelantarme la próxima vez. Me había prometido hace mucho no volver a conocer gente por redes sociales, me falle, aunque solo fuera sido para sexo casual.

Fin de la historia, que más podía decir, le puede pasar a cualquiera, la vida es así, me demore como 5 minutos superándolo. Solo borre el contacto, no valía la pena bloquear el tipo no creo que se atreva a hablarme, ni para dar una explicación, además ya no la necesito, lo único que necesito es plata, por ahora. Casi lo olvido, sexo necesitooooooooooooooo, sexoooooooooooo.